lunes, 29 de diciembre de 2014

Instante

Pocas cosas son más fascinantes que el concepto del instante.
¿Cómo se podría definir un instante?
¿Cuál es la cantidad de tiempo que dura en instante?
Son indeterminaciones, y me fascinan las indeterminaciones. Siendo un ser lógico y de materias exactas me fascina todo lo que no se puede determinar, me saca del teorema, de la hipótesis, del campo determinado y me pone en una perspectiva que me obliga a sentir, a dejarme llevar, a intuir y no a razonar y evaluar hipétesis o situaciones.

El hecho puntual que es un mensaje de whatsapp que resulta de la conclusión a un día, a una salida, a un encuentro fortuito y esperado. Una tarde agradable, agradable por la compañía. Y un mensaje que me hace sentir bien, feliz. Soy feliz, pero eso fue felicidad desde otro punto.

Las personas de razonamiento lógico, científicas podría decirse, nos resulta difícil encontrarnos con la parte sensorial, ya sea exponerla, transmitirla o lo que fuere... desconozco por qué, creo que si lo supiese no me costarían tanto algunas cosas. Tal vez sea miedo, un miedo a algo que no puedo saber o determinar, no encontré la respuesta, por eso no puedo decir que sea miedo si no lo conozco, tal vez considere que sea algo íntimo, algo demasiado íntimo, más que la desnudez inclusive.

Sin embargo cuando lo exponemos lo hacemos mal, torpemente, inclusive por obligación... moral, de la ayuda psicológica que obtengamos, etc. Y es algo de no creer que tanto cueste ser sincero con uno mismo. No es nada del otro mundo, es exponer algo real, algo que te está sucediendo y hacérselo saber a la otra persona, es simplemente eso, no es nada complejo.

Y fue eso, un simple mensaje de whatsapp que me levitó, me puso en otra perspectiva y me hizo sentir otra persona en ese momento, en ese momento les juro que fui otra persona. Obviamente luego traté de encontrarle una explicación y claramente no la encontré. Simplemente disfruté de lo que me hizo sentir en ese instante que sentí eterno.

Las palabras se las lleva el viento, mucho más si es en un mensaje de texto, chat o lo que fuese, pero eso fue algo muy lindo, lamento desilusionarlos pero me sentí lleno por un momento. En ese momento no quise nada más, estaba realizado, en ese momento no supe si reir, llorar... no sabía, fue algo nuevo.

Y celebro eso, celebro la eternidad y plenitud del instante, del encontrarse solamente con uno por un momento... no existe nada, familia, trabajo, plata, nada... es uno, en su escencia, en ese momento sos feliz y se puede ir todo a la mierda.

Que se vaya todo a la mierda (solo por algunos instantes)

martes, 16 de diciembre de 2014

Arsenal: el medio es más importante que el fin

De chico amaba alocadamente el fútbol, recién de grande supe darme cuenta de esto ya que en esa edad me parecía algo sumamente normal pasar la cantidad de horas que yo pasaba leyendo, mirando la televisión, y elaborando estadísticas (todavía no existía Internet en mi mundo), noticieros en inglés (Sportscenter solamente estaba en la señal estadounidense).

Sobretodo imaginando y recreando en mi cabeza los genios del fútbol mundial: los goles del bombardero Muller, las tapadas de la araña negra Yashin, la gran máquina riverplatense, la ferocidad de Bernabé, el talento inigualable del charro Moreno, la velocidad de la Saeta rubia, los goles de Stábile en el mundial del 30, las combinaciones del Wunderteam austríaco, la naranja mecánica, las 200.000 personas en el Maracaná, Josef Bican, el goleador más increíble del que se tenga registro y no haya jugado siquiera un mundial por culpa de la maldita guerra mundial, etc.

Pasaba mucho tiempo con mi abuelo, futbolero de raza como yo. Él era mi nexo hacia ese fútbol, era mi medio de transporte hacia ese mundo que no me correspondía pero yo quería formar parte. Él me recitaba formaciones clásicas de Boca (asérrimo bostero), y me contaba anécdotas de otros tiempos. También me chicaneaba bastante por ser fanático de River. A mi me fascinaba todo.

De repente hubo un momento que me hizo sentir parte del fútbol actual, de tener sentido de pertenencia con el presente, ahí sentí que estaba en mi tiempo, que ahora si me tocaba vivirlo a mí. Era la primera vez que sentía eso, el pensar "que lindo que esto esté ocurriendo ahora y yo pueda verlo".

Un estilo de juego, una filosofía, una idea y la forma de ejecutarla. Eso era el Arsenal inglés que arrancó en mediados del 90 y duró aproximadamente una década. Veía un fútbol de equipo total, todos pasando el balón, protagonistas, no había papeles secundarios así hubiese estrellas en el equipo. Todos buscando el espacio libre, el desmarque, sacrificados para correr cuando no se tenía el balón y en contraposición había lujo y maravillosidad cuando se disponía de él. Cada uno sabía que era lo que tenía que hacer, ocupaban la totalidad de la cancha, uno podía jugar con los ojos cerrados y encontrar siempre a un compañero luego de un pase. Admiraba la precisión, los pases al ras del suelo, el lujo sin entrar en ostentación. El partido podía salir 0-0 pero mis ojos siempre se iban maravillados luego de ver al Arsenal. No decepcionaba, eran fieles a si mismos todo el tiempo. El respeto que tenían por este deporte lo enaltecía.

Dentro de toda esta orquesta que disponía Wegner había dos maestros de obra: Bergkamp y Henry, eran los encargados de darle el toque distintivo a este arte. Y que me disculpen otros grandes que han participado de este equipo.

A Bergkamp nunca supe como definirlo, cada vez que me toca hablar de él se me complica.
Poseía un talento desmesurado, veía el fútbol como solo lo hacen los iluminados, tenía un control de balón que hacía dudar de las leyes de gravedad (recordar el gol que nos hace en el Mundial), y una capacidad de resolución en tiempo/espacio mínima. Él era TODO lo que quería ser como jugador de fútbol. Él era el fútbol en ese tiempo. La elegancia y clase de los movimientos, la precisión en el pase, era algo brillante.

Bergkamp era introvertido, frío, no poseía un gran carisma, sufría una fuerte fobia a viajar en avión, la magia de él ocurría dentro de la cancha, donde a mí me importaba. Luego apareció Henry, con gran carisma, era un rockstar dentro y fuera de la cancha. Era la pareja perfecta para la personalidad de Bergkamp. Alguien que se hiciera cargo de los flashes, las declaraciones. Así desplegaron el fútbol más lindo que haya visto durante mucho tiempo: un Bergkamp encargado del circuito de juego, de quebrar la línea final, esa parte del juego que nunca sale en la tapa y se lleva los flashes y por otro lado un Henry letal a la hora de definir, recibiendo ovaciones y saliendo en las fotos.

Fue hermoso mientras duró, ese Arsenal no resultó ser un gran campeón de su época, no arrasó con títulos durante esa etapa pero a mí me quedó eso: el estilo y la identidad.
Con ese Arsenal aprendí a resaltar la estética, a ser capaz de ver la belleza de una idea bien llevada a cabo, a disfrutar del desarrollo de las jugadas y no solo en la culminación.  A disfrutar de la totalidad del fútbol porque es impagable ver como una idea de valores nobles es ejecutada de forma precisa, mucho más cuando triunfa.

En un mundo donde solo importa ganar, ganar y ganar, el fútbol también está inmerso en eso.
El fin siempre es ganar y no importa el medio o la forma de lograrlo, parece no importar y no nos extraña cuando alguien incurre en la trampa, mentira o ilegalidad. Incluso algunos lo justifican.
Sin embargo apareció este equipo, y me hizo ver que el medio si importa, que el medio es lo que importa, porque al final de cuentas haber ganado o perdido no es un juicio de valor exacto en un deporte tan variable e impredecible.

Me cambió la perspectiva que tenía hacia el fútbol. Si se podía jugar al fútbol como yo lo imaginaba en mi niñez, pero esta vez no era una recreación o fantasía mía, tampoco una anécdota de mi abuelo, esta vez era real.

Bergkamp se retiró hace años y hoy Henry hace lo mismo y me embarga una sensación de nostalgia terrible porque caigo en la cuenta que eso ya no existe más, que viví algo que no se va a repetir y fue increíble, tanto Bergkamp como Henry pasarán al cajón de los recuerdos, a la inmortalidad de la memoria y para mí eso si es GANAR.

Solo espero, tal como hacía mi abuelo, hablarles a mis nietos del Arsenal de los 90/00.

Con la piel erizada te digo gracias Titi, adiós Arsenal de ensueño.


martes, 25 de noviembre de 2014

Matter of Life I

Si uno le busca la vuelta hay explicación a todos nuestros actos.
Es cuestión de conocerse, aceptarse y enfrentar la realidad.

Con el tiempo uno empieza a conocerse, aunque aprendamos de nosotros mismos todo el tiempo. Para conocerse basta con encontrar el patrón de acción durante el tiempo. Como si se tratase de una materia exacta en donde, justamente, no existen números ni verdades absolutas. Que contradictorio, hasta podría ser demagogo.

Uno debe ser capaz de aceptarse, y es parte del aprendizaje que obtengamos acerca de nosotros mismos.
Uno enfrenta la realidad, le lleva más o menos tiempo, es imposible serle esquiva por tiempo indeterminado.

Hay que darle vueltas y vueltas, por arriba, por abajo, por izquierda por derecha.
X planos, Y dimensiones, llevar las cuestiones más intrínsecas del interior hacia lo inimaginable y así obtener la mayor información posible. Sin embargo todo este juego no determina nada de lo que pueda suceder de ahora en más. Es el precio que hay que pagar para ser mejores seres, más humanos, con defectos e íntegros.

No concibo la felicidad sin el cuestionamiento, para mi no existe la vida sin el cuestionamiento, sobretodo hacia uno mismo. Vivimos en una sociedad donde el cuestionamiento está mal visto, la rebeldía está mal vista, la transgresión está desvirtuada. Se critica el concepto y no la forma, el cómo de las cosas.

Te llevan por el camino de la perversión que brinda la linealidad  de la convencionalidad y conformismo.

¿Cómo podés responderme que sos feliz si nunca te cuestionaste nada? ¿con qué descaro uno afirma eso si nunca salió de la burbuja y pudo ver más allá de sus narices?

Montag, Mersault, etc, encontraremos muchos personajes desprovistos de esencia, de alma, dirán algunos. Algunos la encuentran, la mayoría no.

Y hago mucha fuerza para no perderme en este mar manso de agua sucia, que chupa con mucha fuerza y te quiere llevar al medio del océano, donde no conozco a nadie que haya podido volver a la orilla.

No quiero pensar y se me terminó la espontaneidad.
Se publica como está, cada uno puede seguirlo como se le ocurra. Agregá tu plano y dimensión y decime que encontraste.


martes, 18 de noviembre de 2014

Abismo entre el pensamiento y la escritura

Fragmento de: Invención de la Soledad - Paul Auster

Cuando comencé, pensé que todo llegaría de forma espontánea, en un torrente, como si estuviera en trance. Mi necesidad de escribir era tan grande que creí que la historia se escribiría sola. Pero hasta ahora las palabras han llegado con mucha lentitud. Incluso en los mejores días, no he podido escribir más de una o dos páginas. Tengo la sensación de que estoy sometido o condenado a un estado mental que no me permite concentrarme en lo que hago. Una y otra vez he visto cómo mis pensamientos se
desviaban de la idea que tenía enfrente. Tan pronto como pienso una cosa, ésta evoca a otra y esta última a otra más, hasta alcanzar una acumulación tan grande de detalles que tengo la sensación de que me van a ahogar. Nunca antes había sido tan consciente del abismo entre el pensamiento y la escritura. En efecto, durante estos últimos días, he comenzado a sentir que la historia que intento contar es de algún modo incompatible con el lenguaje, y que su resistencia a las palabras es proporcional al grado de aproximación a lo importante, de modo que cuando llegue el momento de expresar lo fundamental (suponiendo que eso exista), no seré capaz de hacerlo.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Acerca de la abstracción

Si hay algo que me fascina es la abstracción mental.

No comprendo (y tampoco me preocupo mucho por entenderlo), disfruto mucho de aquellas personas que tienen la capacidad de abstraerte de tiempo, espacio y lugar. Claro, me refiero a no prestar atención a la hora, al día, la lugar o al destino.

Estos momentos resultan ser los que más me llenan, además, estos momentos son en los que me encuentro más en armonía conmigo mismo y más en sincronía con la/s otra persona/s, siento que entendiera el significado de la vida, como si un ente superior me dijera "si nene, de esto se trata, viste?"

Generalmente resultan ser cosas simples, no son grandes hazañas, ni momentos que resulten extraordinarios, pero esa abstracción que lo rodea lo hace único e irrepetible.

Ahora mismo me acuerdo del año pasado, no recuerdo que día era, tampoco la hora, el lugar sí: era Mar de Ajo en las vacaciones. Sería tardecita porque la playa estaba casi vacía, esperamos a que se vaciará para poder jugar al fútbol, toda gente grande y adulta jugando al fútbol como nenes chapoteando en el agua, compitiendo, insultando, riendo, gritando, éramos 7 y solo uno de ellos es amigo mío pero ese momento para mí fue único, no sé cuánto duró, pero lo que duró fue algo increíble, y hubo unanimidad, estábamos todos excitados por el momento que acabábamos de presenciar.

Me gusta esta sensación y sobretodo en la mujer, aquella que tiene el poder de sacarte la cabeza del cuerpo, ponértela en otro plano o dimensión y hacerte navegar en la inmensidad del limbo. Es que a veces uno transita los pasillos de este laberinto tratando de encontrar la salida, y a veces no, a veces está bueno encontrar un recoveco nuevo y a veces de tanto caminar y recorrer está bueno ir para donde lo lleva el viento.

Puede que sea la desesperanza de no encontrar la salida, de no salir jamás, entonces uno empieza a conformarse con la felicidad que le propone el laberinto mismo, porque el laberinto puede ser cerrado y limitado pero es un lugar iluminado.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

El laberinto

Fragmento sacado de "El Laberinto" de Henry Saiz, no tiene desperdicio:

La única forma de disfrutar un laberinto es elegir el camino incorrecto. 

Dar con la ruta adecuada en el primer intento impide que descubramos sus rincones ocultos, nos priva de conocerlo en su totalidad. La experiencia se vuelve más trascendente cuando hemos errado una y otra vez hasta que encontramos la salida o incluso si jamás la encontramos. 
Un buen ejemplo de este tipo de laberintos, aquellos que nos despistan con senderos que no llevan a ninguna parte, son los laberintos ingleses de setos. Siglos atrás, los enamorados se citaban en sus rincones más inhóspitos para ocultarse a los ojos de los demás. 
Perderse no es necesariamente malo. 
A veces la música tiene la apariencia de un laberinto sin salida, un lugar en el que el propio recorrido es la recompensa y donde no es necesario encontrar respuestas.
La única meta es perderse, encontrar sus tramos ignorados, los que menos se transitan. 
La analogía no tiene fin: En las pirámides del antiguo Egipto, solo tras descifrar un laberinto se conseguía llegar a las tumbas que contenían las riquezas del enterrado. Dédalo fue encerrado junto a su hijo Ícaro en el laberinto que él mismo diseñó. 
Música y laberintos, dos artefactos creados por el ser humano para confundir e iluminar. Y para recrear -una y otra vez- el placer de perderse.

lunes, 3 de noviembre de 2014

W. H. Auden - El Laberinto

De forma increíble doy con este poema, considero adecuado compartirlo:

El laberinto

               Antropos apteros pasó varios días
               silbando en el oscuro laberinto,
               confiando alegremente su salida
               a su temperamento y a su instinto.
               La centésima vez que vio un arbusto
               que cien veces pensaba haber pasado,
               en la confluencia de cuatro senderos,
               reconoció al fin que se había extraviado. 


“¿Dónde estoy? a menos de que tenga una respuesta,
dice la metafísica, una pregunta no puede ser propuesta,
por lo que asumo
que a este laberinto lo ha planeado alguno.

Si el pensamiento del teólogo es correcto
un plan implica la idea de un arquitecto:
un laberinto creado por Dios sería sin duda
un preciso universo en miniatura.

¿Serían los datos de la percepción,
en ese caso, válida comprobación?
¿Qué del universo que domino me puede decir
cuál es la dirección que debo seguir?

Lo que sugeriría el matemático
sería una línea recta: lo más práctico.
Pero izquierda y derecha en alternancia
es algo, con la historia, más en consonancia.

La estética en contraste cree que todo el arte
intenta el corazón gratificarte:
si rechazo disciplinas como ésta...
¿seguiré el camino, entonces, que mejor me parezca?

Sólo es verdadero este razonamiento
si se acepta el clásico discernimiento,
cosa que resulta imposible de asegurar
si al introvertido hemos de escuchar

ya que su absoluta presuposición
es que el hombre crea su propia condición:
este meandro no fue creado por la divinidad
y más bien es reflejo de mi culpabilidad.

Su centro, que no puedo hacer presente,
es conocido para mi inconsciente;
no tengo pues por qué desesperar:
en él he estado siempre con sólo así pensar.

El problema es cómo decir no quiero;
los que están quietos se mueven más ligero;
mientras no acepte que estoy perdido
porque yo quiero estarlo, estoy perdido.

Si eso fracasa, quizá yo debería
hacer lo que los educadores harían:
contentarme con la conclusión
ya que, en teoría, no existe solución.

Toda declaración sobre lo que yo siento,
como estoy perdido, es falsa al cien por ciento:
termina mi sabiduría donde había empezado:
cualquier barda es más alta que un humano.”

               Antropo apteros, vacilante,
               confuso ¿hacia atrás? ¿hacia adelante?
               mirando hacia arriba deseó ser el ave
               a la que estas dudas
               debían parecer poco menos que absurdas.

domingo, 26 de octubre de 2014

El tiburón

El tiburón vive en agua, nadie sabe cuando llora, tampoco cuando está mal porque no se le acercan, la naturaleza lo hizo un animal peligroso y agresivo.
Él sabe de su condena a la soledad de las profundidades del mar y por eso nos hace del océano un lugar salado.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Observaciones Poco Interesantes Vol. I

Si en algo soy bueno es en preguntar esas cosas que poca gente se pregunta y nadie les interesa la respuesta.

Me parece una buena idea para una entrada, las iré enumerando a medida que vayan surgiendo.

- ¿Por qué la gente ofrece un vaso con agua cuando estás llorando?

Apacigua el dolor? reconforta? te repone? qué hace creer a la gente que cuando estás llorando lo que necesitás es, justamente, un vaso con agua? tal vez la gente piense que uno puede morir deshidratado por llorar. Nunca entendí la relación, ustedes cuando lloran les viene bien un vaso con agua? tal vez sea yo el problema.

Y a veces me molesta que no se respete el silencio. No siempre se puede decir algo, no siempre existe una palabra que comunique algo, no hay que esforzarse en encontrar una palabra porque a muchísimas cosas no se responde con palabras. Por esto rescato el talento del escritor, del poeta. Esa difícil tarea de expresar con palabras una sensación, una situación, buscando en los recovecos del diccionario, ahondando en lo más profundo de su ser para poder transmitir, traducir ese sentimiento por medio de palabras.

No desestimemos el silencio, muchas veces será la mejor respuesta, la más sincera y espontánea que uno puede tener.


jueves, 21 de agosto de 2014

El nuevo primer paso

Uno siempre se prepara para cumplir objetivos, alcanzar metas. Los objetivos que más te llenan son los más complicados de lograr, uno en su afán de alcanzar la plenitud va dando pasos, va avanzando, se va cayendo, tal vez se retrocede pero siempre con la vista puesta en lo que se quiere alcanzar. A veces ni siquiera se sabe que se quiere pero uno camina y mira para adelante, parece ser un acto reflejo en la mayoría de las personas.

Sabemos lo doloroso que es el proceso, lo que cuesta, sobretodo en la adolescencia cuando los fracasos tienen otro impacto, tal vez porque son los primeros fracasos de nuestras vidas. Tal vez.

¿De qué va la vida si no es para ser feliz? tan simple como eso y con la certeza de que en eso fallé más de chico, demasiados objetivos que honestamente no me hacían feliz, es más, varios de ellos me hacían infeliz. Uno puede torcer eso, puede reacomodarlos y encontrar de nuevo el rumbo, cada uno sabe que es lo que quiere y necesita para ser feliz, si no lo sabés con el tiempo lo sabrás, si no tenés idea abrí la cabeza, viajá, leé, reí, emocionate, conocé personas, has amistades y ahí si, no tengo dudas de que lo sabrás.

Durante los años uno va conociendo, aprendiendo y desarrollando mecanismos para alcanzar estos objetivos y se falla, mucho. La prueba-error sigue siendo uno de los mecanismos más infalibles en pos de conseguir el éxito.

Uno anhela el éxito, irremediablemente lo espera porque por suerte existe la esperanza que dicen que es lo último que se pierde, hasta que llega. Está ahí, en tus manos, lográs una desbordante felicidad... ¿y después que sigue? claro, pregunto ¿y ahora qué hago? resulta que me había preparado mentalmente mucho tiempo para conseguir algo, que luego al conseguirlo no sé que hacer. Tanto tiempo invertido en alcanzar mi objetivo y tan poco tiempo invertido en saber que se debe hacer con esto.

Llegué a la puerta, la supe abrir y ahora se me abrió un mundo nuevo del cual no tenía idea. Una vez adentro de este nuevo lugar y cerrada la puerta, me paró y observo detalladamente la inmensidad que se me presenta, la inmensidad es tal que apenas se puede divisar el horizonte. Trato de normalizar la respiración y de sentir el aire, el cual inexplicablemente se siente más puro y más liviano. Las pulsaciones se empiezan a normalizar con el correr de los segundos, el lugar empieza a gustarme y a brindarme seguridad (a diferencia del lugar anterior). Me tomo unos segundos más de descanso porque ahora, en este momento, siento que el tiempo me sobra y puedo darme este lujo. Trato de encontrar una dirección, como no diviso nada en particular y el lugar me parece igual en toda su extensión me decido por ir en contra del viento, siempre me gustó sentir el viento en la cara.

Bienvenido primer paso nuevamente.

lunes, 11 de agosto de 2014

Fuego fuimos, fuego somos y fuego seremos.

¿Y ahora?

¿Y ahora qué hacemos?

¿Y ahora qué hacemos cuando creemos tener todas las respuestas?

Repasamos el libreto, una vez y otra vez, lo releemos pero no ocurre nada. La magia deja de existir cuando más se la necesita. Esto no estaba planeado, no lo esperaba. Definitivamente no estaba planeado.
Muchas preguntas nuevas, no hay respuestas al alcance, mil pensamientos en una nebulosa y una sola certeza: el desconcierto.

Hay que tener mucho cuidado con lo que querés y soñás, tal vez mañana se te cumpla y no sabrás como reaccionar.

Es un golpe que va derecho y sin escala a lo más profundo, todo ese mecanismo que desarrollaste durante mucho tiempo se desmorona, encontraste un ser superior. Uno que está hecho para quebrantar tu voluntad, como si ese fuera su objetivo: desequilibrarte. Cada palabra, cada paso, cada mirada, cada roce vulnera... te arde, te quema.

Todos tus miedos se juntan para sonreirte y coquetearte, se ven tan tentadores.

El deseo de libertad es muy fuerte, el autocontrol sirve solo para cosas las cuales sabemos el impacto y ¿cuándo no sabemos a lo que nos enfrentamos y el deseo es irrefenable? ¿para qué se vive? ¿para autocontrolarse?

Si del fuego viniste, con fuego te vas a ir, eso no lo vas a poder cambiar, pobre de tí si lo haces.

Vi algo en vos, no sabía que era pero tenía curiosidad, y de repente me di cuenta, estaba ahí, delante de mi nariz, era muy fácil... tenés lo mismo que yo: fuego.

De la ceniza renace el ave fénix y de la húmedad de un beso puede renacer el fuego.

martes, 29 de julio de 2014

De verdad

"A mí me gusta comer de verdad, beber de verdad, besar de verdad, enamorarme de verdad y cuándo ponés tanto en todas esas cosas lo más normal es que salgas lleno de cicatrices."

domingo, 27 de julio de 2014

¿Qué pasó?

Han pasado 3 años desde la última entrada.
¿Se podría catalogar como fracaso mi intento de blog? tal vez si, aunque no fue por falta de creatividad, escribí varias cosas durante este tiempo que no he publicado por cuestiones personales.

Hoy leí un blog y recordé el mío, y decidí, porque no (intentar) darle un poco más de vida.

Si de algo me sirvieron estos tres años fue para entender porque no puedo plasmar una idea en un escrito y es simplemente sentir que no estoy a la altura de las circunstancias. Y no es solamente con la escritura, pero hablar de eso sería meterse en otro tema.

Cada entrada que escribía tenía que releerla muchas veces, arreglarla, cambiar ideas, párrafos. No me gustaba, no quedaba como quería, le faltaba detalles, le faltaba más verborrea, siempre había algo que no me gustaba. Cuando finalmente quedaba, lo volvía a leer y otra vez lo mismo: no me convencía del todo.

Comencé a pasar más tiempo corrigiendo que escribiendo y no era el objetivo que yo tenía para el blog. Quedaron muchísimas entradas escritas sin ser publicadas.

Durante este tiempo opté por un método sumamente efectivo y consiste en escribir cuando siento que tengo que escribir. No importa de que tema, no importa el objetivo, tal vez era simple una reflexión, tal vez era un cuento, eran 10 minutos de absoluta espontaneidad y cuando comenzaba a pensar demasiado simplemente guardaba el texto y lo cerraba. No había segundas lecturas, correcciones, nada. Así fui guardando un montón de cosas.

Hace un tiempo abrí esa carpeta personal y encontré muchas textos de diversos temas y me

Mi idea para esta parte del blog será eso, escribir sin corregir, sin releer, sin el stress de sentir que no estoy a la altura.

Tema: Henry Saiz - Of Muses And Slaves