lunes, 27 de junio de 2011

Una Pasión

Cuando uno piensa en pasión se le vienen varias definiciones a la cabeza o varias palabras sueltas que armadas engloban más o menos un mismo concepto, sin embargo, cuando uno busca la definición en el diccionario se encuentra con algo distinto (por lo menos a lo que yo pensaba). En una de las varias acepciones de la palabra nos encontramos con esto:

Pasión: padecimiento, sufrimiento.

De acuerdo a esta definición no hay palabra que represente de mejor forma lo que siento por River hoy.

Con el resultado puesto es muy fácil hablar, señalar, lo que generalmente se dice "hacer leña del árbol caído".

Si me propusiese hablar habría mucho para decir, si me propusiese buscar culpables habría muchos a quien culpar, pero muchísimos y no son los jugadores precisamente (hoy objetivamente estoy seguro de esto), aunque hayan sumado a la causa considero que fue fruto del entorno que los fue llevando por ese camino.

Lo que me propongo es más complicado aún, y es trasmitir mi sentimiento de pasión que lejos está de algún atisbo de violencia o vandalismo.

La pasión tiene de irracional, tiene mucho de irracionalidad... si uno analiza friamente llega al punto de partida que el deporte es "22 jugadores atrás de una pelota", no es un pensamiento equivocado, en lo absoluto, solo es otra prisma de donde se mira a este deporte. Los sentimientos no tienen nada que ver con la racionalidad, es nuestra otra mitad, la mitad que se rige bajo las sensaciones y tiene la misma importancia que la que se rige usando la razón. Ni una, ni la otra es más o menos importante, hay que saber convivir con ambas interactuando una con la otra de la forma más sana posible.

El ser humano siente, tiene sentimientos, es un ser plagado de emociones, ama, odia, está alegre, está triste, cada uno a su forma pero TODOS sienten.
Partiendo de esto es entendible que sufra por ciertas cosas, algunos se apasionan en sus relaciones, otros con su trabajo, o con sus hobbies... y otros por el fútbol.

¿Por qué te apasiona un simple equipo de fútbol?

Es una pregunta que no se puede responder, y no está asociado a ninguna religión, estilo de vida, status social ni el coeficiente intelectual de la persona. Yo te pregunto ¿Por qué amas a tu pareja? ¿Por qué amas tu hobbie, tu mascota? El motor de los sentimientos no tiene una explicación, no se basa en una razón.

Yo soy de River, toda mi flia es de Boca, mi viejo es de River pero por el mero hecho de ser un club... en mi casa nadie es un apasionado del fútbol, pero el resto de mi familia si, todos los apasionados son de Boca... entonces ¿Por qué elegí ser de River cuando toda mi flia es de Boca? Fui el primer nieto y le salió "gallina" a los abuelos, a los tíos, a los padrinos, todos muy futboleros... debe haber sido algo terrible para ellos ahora que pienso. Mis viejos me dicen que un vecino por aquel tiempo me persuadió de ser hincha de River... pero ¡Vamos!, ¿un vecino tiene más peso que los abuelos, tíos, padrinos? no lo creo.

Cada superclásico perdido era superar la cargada de una familia entera, y solo tenía 6, 7 años, no tenía la verborrea o la capacidad linguística para poder defenderme... pfff... que chinches me agarraba, que mal que la pasaba, lloraba mucho, llegaba al punto de odiarlos y eso que era mi propia familia y los quería mucho, pero en ese momento los odiaba y les deseaba lo peor. Y siempre me ponían a prueba "¿Todavía seguís siendo hincha de River?" como si fuese a cambiar, como si fuese una elección de vida, parecía que cada desgracia que pasaba era una prueba más de mi fidelidad hacia River. Nunca dudé... y me sorprende porque debe ser con lo único que nunca dudé en mi vida.

Llegué a un punto que esto se volvió insostenible, dejar de vivir por un partido, amargarme por un partido no tenía sentido, empezaba a crecer, me volví adolescente y con eso venían problemas cotidianos de la madurez, no tenía suficiente estabilidad emocional como para soportar lo de River, sumado a un fútbol en decadencia, jugadores sin amor a la camiseta, dirigentes que solo querían llenarle los bolsillos de dinero, decidí que era correcto alejarme de eso por un tiempo... me hacía mal, la pasaba más mal que bien, era un padecimiento constante. No quería pero tuve que aceptarlo, cada Domingo era gritar, amargarme, impotencia... mucha impotencia, admito que hice varios intentos, dije "es el último partido que miro" y al otro Domingo estaba pasando nuevamente por lo mismo, como aquellas personas que no pueden dejar sus relaciones amorosas enfermizas... era algo similar.

Uno puede alejarse todo lo que quiera, el tiempo que quiera, pero el sentimiento no se va... eso es lo grandioso de la parte sensitiva en nosotros, no se puede medir, es intangible e indefinible y no hay recetas "razonables" para mitigar ese sentimiento. Fue así que volví a River, y volvió todo de nuevo, penurias, alegrías y la impotencia... como la que siento ahora en su máximo esplendor.

¿Cuál es el sentido de todo esto si al final uno se siente tan mal?

De la misma forma en que una derrota puede ser una tristeza absoluta una victoria es una alegría inmensa... la felicidad en ese momento, esos segundos orgásmicos en los que se grita un gol no tiene comparación. Es algo único.

Sinceramente no tengo nada para decir en cuanto a los futbolístico y social, me agobió tanto todo que no voy a decir nada, tampoco quiero caer en la mediocridad de los que hablan con el diario del día después debajo del brazo. Hoy todos saben, hoy todos tienen la receta para haber evitado el descenso y... no me sirve, no sirve para nada, porque, además, con muy poco River no se hubiese ido al descenso y todo esto que escribo no existiría.

Hoy siento tristeza, impotencia y tal vez un poco de bronca, aunque la verdad no tengo ganas ni fuerza de estar enojado. Tampoco me impide vivir, el llorar no te hace más hincha, putear tampoco. Sigo haciendo las demás cosas que acostumbro hacer, pero eso está presente, y tal vez siempre lo esté. River es una parte de mi vida, siempre lo será... pero SOLO es una parte, importante, pero una parte al fin y tengo que seguir viviendo y conviviendo con el resto de las cosas. Seguramente no me afecte de la misma forma en que afecta el día después de lo ocurrido (hoy), va a disminuír con el tiempo, pero va a ser algo que NUNCA va a desaparecer y eso denlo por hecho, lo que pasó ayer es una herida directa al corazón, va a tardar en curarse, pero va a quedar una cicatriz.

Después las cargadas, las cosas que se digan… me tiene sin el más mínimo cuidado, hace tiempo que dejó importarme lo que diga la gente, sobretodo la del entorno futbolero, el argentino es DT, con su asquerosa y vanidosa verborrea, por lo tanto no me interesa lo que diga una manga de charlatanes que tienen mucho de bla, bla y poco de conocimiento y lectura de este deporte.

El hecho de ver a River, MI River, en esta situación es lo único que me pesa.

Si alcancé a trasmitirles algo, aunque sea una mínima parte de una de mis pasiones, entonces si me doy por satisfecho. Si no lamento no haber expresado con palabras lo que siento con el corazón.